jueves, 7 de octubre de 2010

"Empodera, enreda e intercambia"


"Come, reza y ama" es un libro y una película de moda. No la he visto -mi hija sí-. No puedo comentar nada consistente sobre ella: sólo el tirón taquillero que tiene la protagonista- la actriz Julia Roberts- y el sugerente título -sobre el que he leído alguna reflexión en torno a los procesos de desarrollo personal. Frente a este "modelo mental" de persona centrada en el "mirarse al ombligo" me surge el contraste de dos testimonios de mujeres con un liderazgo social significativo, de paises diferentes, de los que recientemente he tenido información por diversos medios. Me refiero por un lado a la abogada laboralista Ela Bhatt, reconocida por el Consejo General de la Abogacía con el Premio Derechos Humanos , y a Ana María Choquehuanca, entrevistada recientemente por Wharton-Universia.
Ela Bhatt fundó la Asociación de Mujeres Trabajadoras autonómas (SEWA) en 1971 formándose como sindicato en 1972, por la necesidad de dar trabajo a las mujeres y de acabar con la explotación llevada a cabo por los intermediarios, los contratistas, los gobiernos, y en definitiva el sistema. Posteriormente se forma el banco SEWA en 1974 para satisfacer las necesidades financieras de esas mujeres y mejorar su calidad de vida mediante la actividad microfinanciera. Como ella indica: “son los clientes los que crean un banco, no el dinero”. Casi un millón de mujeres han salido adelante como bordadoras, artesanas, comerciantes, campesinas,…etc. Ela Bhatt es un símbolo de la lucha contra la pobreza y una guía excepcional en el viaje hacia la libertad de la mujer. El segundo caso es el de Ana María Choquehuanca, una empresaria presidenta de la Asociación de Mujeres Industriales, Empresarias y Profesionales MISUR en su país, que representa a pymes vinculadas en ocho sectores productivos: confecciones, tejidos, artesanía, agroindustria, panificación, industria del cuero, metal mecánica y servicios. Hoy en día, MISUR cuenta con más de 800 socias y se ha convertido en el gremio femenino más importante de Perú. Cuenta en su haber con la capacitación de muchas peruanas como empresarias del segmento textil, uno de los principales sectores exportadores del país que, en su región de Arequipa, tiene en los tejidos de alpaca su principal materia prima. MISUR también sirve de plataforma para propiciar la unión entre emprendedoras de cara a crear, juntas, compañías más importantes que las que se constituirían de forma individual. Actualmente está abriendo mercados: tratando de cerrar ventas de los productos de las artesanas de zonas alto andinas de Arequipa en Canada.
A pesar de encontrarse en paises diferentes, con colectivos diferentes, destacamos ciertas posiciones comunes de estas líderes sociales en su “acción transformadora” o “revolucionaria” (¿por qué no?)

2) En primer lugar, ambas insisten en que el empoderamiento pasa por la autonomía económica. Ela Bhatt tiene dos profundas convicciones respecto a la pobreza. Por un lado que lo que quieren realmente los pobres es trabajar, no quieren subsidios, quieren un trabajo estable y productivo y para ello necesitan formación, financiación, asistencia social y un red de apoyo. Por otro lado que la pobreza jamás podrá ser erradicada sin la participación de la mujer, y por esa razón su trabajo ha de ser reconocido. Ana María también subraya la necesidad del empoderamiento y de aplicar una voluntad férrea: “Mi papel principal es el de lograr que las mujeres que ingresan a nuestra asociación puedan crear una empresa, que puedan ser independientes en la toma de sus decisiones que finalmente le permitan lograr el bienestar de sus hijos…Somos un contingente de bravas mujeres que están cambiando la idea de que sólo con dinero se puede construir un mañana, nosotras pensamos que sólo con voluntad lo estamos logrando”.

2) En segundo lugar también ambas sostienen sobre la necesidad de formar redes (asociarse y conectarse con otras asociaciones): Elia Bahtt lo formula de la siquiente manera: “Nuestra filosofía de trabajo es la de crear redes y alianzas para luchar contra la explotación económica, estar preparadas, tener acceso a los recursos, poder tomar nuestra propias decisiones y enfrentarnos al sistema y a sus estructuras con garantía”. Más de cien cooperativas, redes de servicios sociales que ofrecen seguros de vida, salud, maternidad y vivienda, escuelas, centros de formación son un resumen de la respuesta de esta “fuerza colectiva organizada”. Para Choquehuanca, lo mismo que para Ela, estas sinergias entre las diferentes asociaciones de mujeres permitirán mejorar y extender las experiencias de éxito. Con sus propias palabras: “Siempre he tratado de profundizar en la realidad de la pyme de mi país; además, uno se va dando cuenta en la labor diaria de que existen muchas debilidades, que las leyes no son favorables, que las entidades financieras nos tratan como empresas grandes que ya se han consolidado hasta en el mercado exterior, que las tasas son altas y que permanecemos ajenos a los ojos del Estado…..entonces hay que decirlo, hay que presentar soluciones y la única manera es a través de las instituciones gremiales”.

3) Por último que el intercambio de experiencias es una fuente de conocimiento y aprendizaje para el desarrollo de estos procesos.. Ana María lo indica explicitamente: “El intercambio de experiencias es, sin duda, fundamental y valioso, logra que otras asociaciones de mujeres no cometan los mismos errores y se ahorren tiempo en el logro de sus resultados”.

Me vienen a la cabeza varias organizaciones de mujeres que conozco que están trabajando en esta línea...espero que estas realidades que salen poco a la luz pública-a pesar de su relevancia- vaya formando cada vez más parte de nuestra cotidianiedad -ya que difícilmente gozarán de la maquinaria publicitaria de otros fenómeno- y de esta forma vayan transformando nuestros modelos mentales sobre la mujer, el cambio y el liderazgo. Las organizaciones del Tercer Sector han de focalizar sus esfuerzos también en este ámbito: en el desarrollo del liderazgo de las mujeres. Por eso, no sé si cuando uno "come, reza y ama" se produce una transformación social significativa, lo que sí se es el proceso que nos muestran con sus hechos mujeres como Ela y Ana. Lo dicho: empodera, enreda, intercambia.

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